La semana pasada fui a comer a un restaurante ruso que me habían recomendado unos amigos en Collado Villalba, una población al norte de Madrid.
Llegamos bajo un sol de justicia y lo primero que hicimos fue refrescar nuestro gaznate con una Baltika, una cerveza rusa con diferentes versiones, rubia, tostada, negra, etc.
Después de apagar la sed, nos dirigimos al comedor donde dió comienzo la comida. Como éramos cuatro decidimos sacar de algo de picoteo y un segundo para cada uno.
Los primeros: Blinchiki, (una especie de tortitas finas parecidas a los crepes), con caviar de capelan. Caviar de berenjena: un paté a base d berenjena, cebolla, tomate y ajo. Grechka con carne: Trigo sarraceno con carne picada, ajo, chucrut y pepinillo.
El segundo plato fué más fácil de elegir, todos elegimos lo mismo: steak tartar.
Luego pedimos postre, cosa que extraño a los dueños rusos porque “la gente no suele pedirlo después de todo lo que habéis comido”. En mi caso kefir con arándanos, en el de mis colegas, dos raciones de smetana (crema de nata dulce) y kampot de ciruelas. Para finalizar té ruso con mermelada de frambuesas.
Buena relación calidad precio y buenas cantidades en los platos. Un sitio muy recomendable por lo diferente de la comida y por el buen trato del personal.
Restaurante ruso Stroganov
Islas Cíes. Collado Villalba. Madrid
www.stroganov.es